Este logo combina las formas geométricas sin que ello le reste movilidad y ligereza, el resultado es elegante pero fresco.
De entre los logos que podrían convertirse en clásicos, TOD 75. Yil es de los aspirantes más aventajados por la exactitud de sus formas y peso.
TOD 75. Yil es una perfecta muestra de cómo un logotipo se convierte en imagen inconfundible de su marca.
TOD 75. Yil basa su éxito en la fuerza de su gama cromática que rompe el espacio convirtiéndose en protagonista.
Este logo es producto de las innovaciones tecnológicas que caracterizan el siglo pasado y que tanto han influido en el arte, es hijo y representante de su tiempo.
TOD 75. Yil cohesiona a la perfección la imagen de un logotipo moderno y a la vez tradicional convirtiéndolo en atemporal.